jhfGeneración X

En los ochenta, los yuppies y los baby boomers; en los setenta, los punks de Londres y Los Ángeles y la anarquía socialista; en los sesenta, los situacionalistas de Francia y la generación Flower Power una triste copia de todo aquello que ellos odiaban. en los cincuenta, el cool jazz y los Beats de Nueva York en camino a San Francisco; en los treinta, la generación perdida; en los veinte, los dadaistas con el arte del ruido y el Cabaret Voltaire; Rimbaud y Verlaine, los poetas malditos. La Generación X ha sido la más escéptica y la menos crédula; odiado adjetivo, certeras las características adjudicadas y sin cuidado de lo que pueda pasar hoy y mañana. En el ‘69, el pop de Andy Warhol, el hombre en la Luna y el fin de la luz del amor. Transculturizado y ciudadano del mundo en la ciudad más visitada del mundo. Lo ojival y lo gótico en el rastro de la naciente arruga. La noche y el séptimo sueño del cielo adolescente. Los jets tibios y el terciopelo subterráneo azul. La naranja mecánica y Tomás Waits. Leonardo Cohen y Nicolás Drake. Nicolás Cueva y el asno que vio al ángel. Las pistolas sexuales y la ganga de los cuatro. El señor espok y el bambi de la revolución (I saw your mom dancin’ at the Bambi Club). El Pacers de San Diego y la Tower Records (enfrente del Sports Arena). Licorice Pizza en Chula Vista y el Quinto Poder en la vuelta. Los chilangos y la destreza de la última noche que aún falta por visitar. 4AD y Lejos del Paraiso. Síndrome de inmunedeficiencia adquirida: adiós Tomas, adiós Sara, adiós Gabriel, adiós (los anteriores, ángeles en camino incierto hacia el cielo). Los skinheads y suedeheads asexuales de la panadería Don Pedro. El bulevar Insurgentes y su interminable camino hacia un panteón sin nombre. Raushenberg y su cama montada en la pared en algún lugar de tu imaginación. Hillcrest, el San Diego Downtown, Pacific Beach y los bellos Club Kids de Golden Hill. El mundo egocéntrico de cada fanzine de la ciudad y los tintes de economía global deficiente. Brian Eno, Schulze, Hugo Ball y Teo Macero.Cauduro, Izquierdo y la papilla lunar de Remedios Varo. Chavela Vargas y su triste bolero. El perverso manga japonés y Speed Racer en busca de su hermano Racer X (el primer generationexer). David Sylvian glorificado en UCSD y un Dead can dance místico en UCLA. Skyland, hoy desaparecido, en la UABC, y Mercado Negro, de vez en cuando, en la UIA. Pelos de color, sudor y violencia con los Dead Kenedys en la Casa de la Cultura y decenas de noches perdidas en la fosa del Iguanas. Mucho tiempo enfrente del televisor, absorbiendo basura, comerciales e información. Prozac, ecstasy y danza nocturna monumental. Selim Sivad, Miles Davis y acid jazz. Tecno, trance, break beat, jungle, ambient y aislacionismo. Jarmusch, Araki, Jarman, Tarantino, Waters, Wenders, Argento y Greenaway. El pop internacional subterráneo y el escenario secundario de Lollapalooza. Chabelo, Capulina, Chespirito, la India María, Resortes, cantinflas y Tintán. Cortázar, dulce Cortázar. Memín “triste” Pingüín, Kalimán “serenidad y paciencia” Solín; Fantomas, la amenaza elegante y el Águila “derechos indígenas ya” Solitaria. Jeff Gómez Our Noise”, Bruce Craven “Fast Sofa”, Ray Loriga “Héroes”, Richard Linklater “Slacker” y Douglas Coupland “Generation X”, Douglas Coupland, Shampoo Planet (dedo gordo abajo), Douglas Coupland “Microserfs” (dedo gordo arriba). El Ruido. Flojo e inútil. Generación X. El Ruido, perdido. El sofá rápido. Generation X. Slacker perdedor sin sueños. Slack motherfucker (canción de Superchunk e himno momentáneo de los universitarios de Chapel Hill). Generación Sex (suena mejor, no tanto por que lo hagamos mucho, sino por lo peligroso del acto hoy en día). Our Noise. No futuro/No Future. Hand in my pocket (sí, de Alanis Morissette odiada por muchos–, himno slacker comercial con fepositiva). Oportunidades, ¿para qué? Dime para quién trabajas, en realidad. Nuestro ruido, reciclaje cultural. Generación X, Y, Z infinito. Ring Ring Ring Bueno, estás hablando con la Generación X, en este momento no nos encontramos, por favor deja tu nombre, la hora en la que hablaste y un breve mensaje, y tal vez te regresemos la llamada.